La selva esconde secretos difíciles de descifrar. El monte nos cambia la manera de ver las cosas, nos abre mundos nuevos. Y la vida depende de los ojos con los que la miremos. Aquello que siempre estuvo, pero que no pudimos ver antes, aquí se vuelve visible.
El lado secreto de la selva, un recorrido en donde hongos, plantas, insectos, liquenes y hasta mamíferos nos muestran su lado más secreto.
La recorrida nocturna comienza en el fogón del lodge. Así nos posicionamos alrededor de ese fuego que nos reúne y nos recuerda un quiebre importantísimo en nuestra historia evolutiva. Ese fuego que nos permitió digerir mejor los alimentos, tener actividad durante la noche, protegernos y reunirnos. Ese fuego que purifica el alma cuando nos recuerda de dónde venimos y por todo lo que se tuvo que transitar para vivir el instante presente tal y cual está.
La caminata continúa por el camino principal, observando la selva e intentando descifrar los secretos que ella alberga. El monte nos cambia la manera de ver las cosas, nos abre mundos nuevos. Como la vida depende de los ojos con los que la miremos, aquello que siempre estuvo pero que no pudimos ver antes, aquí se vuelve visible.
“El lado secreto de la selva” es un recorrido en donde hongos, plantas, insectos, líquenes y hasta mamíferos nos muestran su lado más secreto.
Así culminamos en un rincón pequeño y misterioso, donde se aloja la diversidad más sorprendente.
Es hora de corrernos a un costado, para reflexionar y recordar que la evolución logró un planeta en el que todos los seres vivos tenemos un espacio en el cual vivir. Debemos entendernos como parte de un todo interconectado, donde no somos protagonistas sino una pieza más del rompecabezas. Debemos entender que es por esto que la selva emite señales de las cuales no somos los destinatarios.
