Su nombre proviene del griego “Amphibia” (amphi=ambos, bio=vida) palabra que hace referencia a su vida entre ambos mundos: el acuático y el terrestre. Fueron los primeros vertebrados en iniciar una vida en la tierra durante el Devónico, (Era Paleozóica) hace aproximadamente 350 millones de años, cuando comenzaron una serie de sequías e inundaciones continuadas. Algunos peces fueron mutando su cuerpo frente a estos cambios climáticos, pudiendo adaptarse a la nueva condición medioambiental, de manera tal que desarrollaron ciertas capacidades y sobrevivieron a esas variaciones, principalmente a los periodos de sequía. Si bien son animales de tierra, todavía mantienen una dependencia muy grande con el agua principalmente por sus mecanismos de reproducción (los huevos no tienen ninguna estructura que los proteja de la desecación, como la cáscara de los huevos de aves y reptiles) y desarrollo (metamorfosis), para así poder completar eficazmente su ciclo de vida.
Enseñar a respetar la tierra
Los seres humanos somos parte de la naturaleza y todo lo que la rodea, pero no siempre la protegemos. Ante la preocupación generalizada acerca de cómo van las cosas en el mundo con respecto al uso irracional que se hace de los recursos naturales, el cambio climático o la contaminación (entre otras cosas), la tarea de cuidar el medio ambiente y conservar sus recursos es responsabilidad de la humanidad, y el papel que desempeña la educación, bajo el nombre de educación ambiental, ha suscitado gran interés como un medio para satisfacer esta responsabilidad.
El saqueo ecológico en Misiones: ¿Una situación de total impunidad?
La claridad y contundencia que ofrece la normativa sobre Conservación de Fauna Silvestre y Conservación y Aprovechamiento Sostenible de la Diversidad Biológica y sus Componentes parecen no ser suficientes para su correcta aplicación en la Provincia de Misiones.
Es que los casos de depredación animal y vegetal ilegales e indiscriminados son una constante en reservas naturales tanto públicas como privadas, en una situación que permite afirmar -sin temor a incurrir en exceso alguno- que nos hallamos ante un lamentable escenario de permanentes e impunes atentados contra la biodiversidad.
Se trata de una depredación ininterrumpida, en ocasiones dirigida a la fauna silvestre, como tantas otras a la flora nativa; manifestada en innumerables actos de saqueo ecológico a lo largo y ancho de distintos refugios naturales ubicados dentro de los límites provinciales, en un marco signado por la insuficiencia de control y la falta de tratamiento integrado del problema.
Recuperando la E-bio
Nuestra estación biológica fue construida con la idea de tener un espacio propio dedicado a la investigación, la conservación y la educación ambiental. Se encuentra a orillas del Río Iguazú en la zona del Puerto Principal a 4 km del Lodge, donde además completan las instalaciones la bella construcción del Camp (hogar de voluntarios) y la huerta orgánica.
Luego de la crecida del Río Iguazú, este espacio se vio deteriorado con más de un 1,5 mts de agua, arrastrando basura de la localidad cercana de Andresito (envases plásticos, bolsas, latas, restos de ropa) y grandes cantidades de barro que quedaron adosadas en las paredes y el piso.
Cómo se manifiesta la Explotación Infantil
La explotación infantil es un crimen. ¿Cómo se presenta?
Como lo hemos mencionado, la violencia contra niños y niñas es parte de una realidad que -aunque silenciosa a veces- representa un flagelo de lesa humanidad. En este marco, si se habla de abuso sexual, violencia sexual o explotación sexual con fines comerciales, estamos ante prácticas criminales lesivas de la dignidad y los derechos fundamentales de los niños.
El Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de los Niños (Estocolmo, 1996) definió al explotador sexual como aquella persona “que se beneficia injustamente de cierto desequilibrio de poder entre él mismo y una persona menor de 18 de años, con la intención de explotar sexualmente a esa persona, ya sea para sacar provecho o por placer personal”.