Anfibios al rescate

Rana trepadora (Scinax perereca)Su nombre proviene del griego “Amphibia” (amphi=ambos, bio=vida) palabra que hace referencia a su vida entre ambos mundos: el acuático y el terrestre. Fueron los primeros vertebrados en iniciar una vida en la tierra durante el Devónico, (Era Paleozóica) hace aproximadamente 350 millones de años, cuando comenzaron una serie de sequías e inundaciones continuadas. Algunos peces fueron mutando su cuerpo frente a estos cambios climáticos, pudiendo adaptarse a la nueva condición medioambiental, de manera tal que desarrollaron ciertas capacidades y sobrevivieron a esas variaciones, principalmente a los periodos de sequía. Si bien son animales de tierra, todavía mantienen una dependencia muy grande con el agua principalmente por sus mecanismos de reproducción (los huevos no tienen ninguna estructura que los proteja de la desecación, como la cáscara de los huevos de aves y reptiles) y desarrollo (metamorfosis), para así poder completar eficazmente su ciclo de vida.

Debido a esta doble naturaleza de “peces” y animales terrestres, uno de los rasgos más sobresalientes es su respiración: en su estadio larvario (renacuajos) poseen branquias para respirar bajo el agua. Una vez que realiza la metamorfosis para convertirse en adulto, desarrolla la respiración pulmonar y lo que es aún más interesante, la respiración cutánea.

Con respecto a este órgano, la piel, también posee características singulares. Se trata de una capa delgada, desnuda (no tiene ningún anexo tegumentario como pelos o escamas), muy permeable al agua y con una multitud de glándulas, muchas de las cuales mantienen su piel húmeda (glándulas mucosas). Cumple una serie de funciones vitales en los anfibios: los protege frente al medio externo (contra la abrasión y los agentes patógenos); colabora en la respiración haciendo intercambio gaseoso, absorbiendo y liberando agua; contribuye por medio del cambio de pigmentaciones (en algunas especies) y la secreción de sustancias a través de esta, al control de la temperatura corporal. Adicionalmente la piel actúa muchas veces como un medio de defensa o disuasión, al poseer una serie de glándulas venenosas o pigmentaciones de advertencia, contra los depredadores.

¿Por qué son tan importantes? Los anfibios mantienen saludables a los ecosistemas debido al transporte de energía y nutrientes desde el medio acuático al terrestre.

En su húmeda y delgada piel poseen pequeños vasos sanguíneos que llevan el oxígeno a los distintos tejidos y el dióxido de carbono a la capa externa de la piel. Es decir, que por la estructura de su piel, son extremadamente sensibles a su entorno y más aún a la contaminación ambiental. Es por ello que son considerados excelentes indicadores biológicos de salud del medio ambiente. Si la calidad del agua o del aire es mala, sus poblaciones disminuirán.

Los anfibios han existido por 350 millones de años, sobreviviendo por lo menos a tres eventos de extinción masivos, incluyendo aquel que extinguió a los dinosaurios. Sin embargo, todavía queda por verse cómo van a sobrevivir al evento de extinción actual. Los datos de la Evaluación Global de los Anfibios (2004) reveló que casi la mitad de todas las especies de anfibios están declinando. Entre un tercio y la mitad de las especies están en peligro de extinción, y más de 120 especies se han extinguido en los años recientes.

Hipersensibles a la contaminación química, la degradación del hábitat, la regulación de los ríos y aguas superficiales, los cambios climáticos e incluso a la radiación ultravioleta del sol, los anfibios constituyen uno de los grupos de vertebrados más amenazados por la actividad humana. Su abundancia en las zonas húmedas, es siempre uno de los mejores indicadores de una buena conservación ambiental.

 

Yacutinga Lodge, Reserva Privada de vida silvestre – Misiones – Argentina

www.yacutinga.com