Nuestra Historia | 2 años de arduo trabajo
Durante una cena con la familia de mi amigo Michael surgió la idea remota de hacer el primer Lodge de Selva de Argentina, era diciembre del año 1996…
La idea comenzó a tomar forma habiendo detectado que la zona de las Cataratas del Iguazú carecía de este tipo de modalidad ecoturística. Las ideas fueron proliferando, para desembocar en un Proyecto vanguardista, mucho más abarcativo y ceñido al concepto de sustentabilidad turística. Este concepto en aquellos años era ya conocido y respetado en países que con éxito presentaban al mercado turístico internacional una forma diferente de hotelería, respetuosa y protectora del medio ambiente donde se insertaban; además de caracterizarse por un convincente espíritu social. Así fue, como a comienzos del año 1998 comenzamos con la construcción de Yacutinga Lodge, enclavado en el corazón de la Selva Misionera. Sumamos a este Proyecto la necesidad de administrar responsablemente uno de los últimos relictos de Selva Misionera disponibles en manos privadas.
La idea tomo una escala mayor al declarar el Refugio Privado de vida silvestre Yacutinga como área de conservación ante las autoridades Provinciales y Nacionales gracias al asesoramiento de Fundación Vida Silvestre Argentina. Esta declaración fue inédita en el país y presagió lo que luego se llamó servidumbres ecológicas.
Fueron dos años de trabajo arduo los que necesitamos para construir Yacutinga Lodge. La inauguración llegó como planeamos, el 1 de Enero del año 2000, justo para el inicio del milenio, recibiendo nuestros dos primeros huéspedes.
Muchos recuerdos memorables son parte del proceso constructivo. Yacutinga Lodge fue edificado artesanalmente, aprendiendo de la gente local y adaptándose diariamente a las características de la Selva Misionera.
Diría que Yacutinga Lodge lleva la impronta del ecosistema que lo cobija. No se trató de un proceso constructivo tradicional. Muy por el contrario, tuvo la suerte de mimetizarse con el entorno a medida que avanzaba, para hoy alcanzar la armonía que lo caracteriza y lo hace distintivo.Así fue, como comenzamos con nuestra actividad ecoturística, la cual escribió un capítulo aparte.
Durante los primeros años de operaciones no teníamos energía eléctrica, todo era velas, fogones, el murmullo de la Selva y la pasión de servicio volcada en favor del visitante naturalista y aventurero. La demanda ecoturística internacional nos hizo aprender mucho. Continuó nuestro proceso de adaptación, sorprendente, desafiante y lleno de satisfacciones, para luego de 12 años de actividad exitosa habernos pulido y haber logrado un altísimo grado de satisfacción en la prestación ecoturística que brindamos.
Promediando el año 2017 seguimos mejorando, y continuamos trabajando arduamente en optimizar lo que hacemos. Cometemos errores, pero también logramos cosas increíbles.
La Reserva Yacutinga tiene hoy un estado ambiental envidiable, hemos plantado más de 30.000 árboles nativos. La hemos cubierto de sombra fresca y protectora.
Hemos constituido un excelente equipo de trabajo, hemos posicionado la Selva Argentina como producto ecoturistico en el mercado exterior, hemos abierto el sendero de los Lodges de Selva Misioneros. Fuimos Pioneros del siglo 20, desarrollando un Proyecto conservacionista inédito para nuestro País.
Por último, me resta agradecer a todos los que de una manera u otra han tenido que ver con Yacutinga, el conocimiento local, la fuerza laboral, el espíritu conservacionista de este Proyecto me sigue llenando de orgullo y lo seguirá haciendo.
Mil gracias a todos.
Carlos Sandoval